Aquí convergen la escultura, la pintura y el dibujo: formas que nacen del alma y cobran vida en la materia. Cada obra es un diálogo entre lo visible y lo profundo, entre el trazo y la intención, entre el arte y quien lo contempla.
Aquí convergen la escultura, la pintura y el dibujo: formas que nacen del alma y cobran vida en la materia. Cada obra es un diálogo entre lo visible y lo profundo, entre el trazo y la intención, entre el arte y quien lo contempla.